Este puente nos hemos escapado a París. Aprovechando que José María estaba trabajando allí, no hemos ido para poder disfrutar "otra vez" de esta maravillosa ciudad.Ha sido todo tan rápido que .... no hemos tenido tiempo de ver, hacer, ... todo lo que nos hubiera gustado. Pero... a valido la pena. Lo hemos pasado muy bien.
Pudimos disfrutar de la fiesta del antiguo colegio de la peque. Lo más divertido: todavía hay gente que piensa que seguimos viviendo en París.
Antes pero, almorzamos rapidamente en la Braseerie du 16, dónde han reformado el piso superior y estuvimos fenomenal disfrutando de su magnífico Steak tartar pasado por la paella junto una chimenea ideal.
Otra vez agradecer a la familia Dumeige su estupenda y maravillosa acogida. Gracias! Lo pasamos en grande.
Virgine hizo una estupenda cena y gracias a ella pude comer por segunda vez una raclette (que por cierto me encantó).
Pudimos también disfrutar del estupendo ambiente familiar de los domingos en chez Françoise juntos con los El Asmar y los Gandhour. Que momentos nos hizo recordar el volver allí.
El lunes las Rosas se escaparan a los Grandes Almacenes para ver sus estupendas vitrinas. Espectaculares. Este año Lafayette se ha superado.
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