martes, 18 de octubre de 2011

La Virgen nos acompaña

Pues estamos cogidos de su mano y haciendo la voluntad de Dios en todo momento y se nota. Cada día estamos más felices en nuestra nueva vida, en nuestro nuevo hogar, en nuestro nuevo país.
Normalmente el esposo cuando llega un nuevo bebé a la familia regala joyas maravillosas a sus queridas y sufridas esposas. Pero este no es mi caso.
Cuando nació Rosita fue un coche que me trajo con un lazo rojo. Que ilusión me hizo! Pero más por el lazo que por el coche.
Y para Carmen una sorpresa magnífica. Una Virgen! Una Virgen del siglo XVIII tallada en madera y policromada. Una preciosidad. Ella nos acompañará a partir de ahora en este extraordinario viaje que empezamos hace 12 años y que no para de sorprendernos.
Aquí la tenéis. Preside el lugar más lindo de la casa, por el cual pasamos a menudo y así la saludamos y le echamos piropos constantemente.


Ahora os cuento un poco su historia: hace mucho tiempo que buscábamos una Virgen para nuestro hogar. No es tarea fácil ya que la queríamos de madera policromada. José María junto con su querido amigo Alfons, se pusieron hace años a la caza y captura. La verdad, yo desconecte bastante del tema ya que vi que era una tarea difícil. Pero durante el transcurso del embarazo de Carmen, los 2 siguieron con más ahinco en su búsqueda y captura y finalmente su esfuerzo dió sus frutos. No llevaba corona, pero como regalo por el nacimiento de Carmen, Alfons nos obsequio con una muy linda. Así que finalmente podíamos coronarla como se merecía: como Reina de nuestra casa. Pero nosotros no nos atrevíamos a ponerle la corona. No era un trabajo sencillo. Se lo pedimos al súper manitas que nos vino ayudar los primeros días en Estados Unidos y cuando lo vio dijo: no me atrevo y si la rompo ¿?. Lo animamos y junto con su ayudante se pusieron manos a la obra. Lo más divertido fue lo que el ayudante le iba diciendo a la Virgen mientras con mucho cuidado le ponían la corona: Virgencita, ya se que no me he portado muy bien, pero que sepas que te quiero mucho.
Hace 2 semanas nuestro querido Padre Antonio vino a casa a bendecirla.
No queremos dejar de agradecer a Alfons, George, Elias y Padre Antonio que hayan echo nuestro sueño realidad. Desde aquí nuestro cariño y oraciones.
Ah! y por su puesto a mi santo esposo que sin él no hubiera sido posible.

1 comentario:

Antonio dijo...

Un honor y un placer haber contribuido humildemente a que vuestro sueño se haga realidad.