Era algo que echábamos de menos en París, los mercados que tenemos en Barcelona y no digamos la Boquería, el mercado rey. Los sábados por la mañana disfrutaremos de nuestra querida y maravillosa ciudad. Paseo por las Ramblas, Misa en la Catedral y luego compra en la Boquería. Qué más se puede pedir ¿¿?? pues sigue... luego José María cocina las exquisiteces que hemos adquirido. Ole mi marido! Me gustan estos sábados.
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